Dando una vuelta hacia atrás tratando de encontrar
ese reflejo en tus ojos, mirando como el agua cae sin resignación solo esa piel
tostada, esa cascara donde se forma una cascada.
Surgir y morir en un día ¿a cuantas aves mataste
aquel día de
paga? O, has cometidos errores y decepciones, o, has perdido concursos una y
otra vez, ahora estas en la sombra. Nadie reconoce tu cara, a nadie le importas
ni tampoco tienen la curiosidad de saber quién eres. Tu rostro ahuyenta a todos los especímenes que te rodean,
ese rasgo físico combinado con esa personalidad tan conflictiva acaba con todas
esperanzas de volver a surgir en un fin de mes de paga para gastarlo en regalos
para vuestros hijos malcriados.
¿Sabes pedir otra cosa?
Aun no me dan mi paga mensual, aun no hay dinero para comprar cosas caras que
mañana no recordaras haber obtenido. Estarán tiradas por los alrededores como
basura que no servirá de nada. En nuestra ausencia cuidaras de nuestros
hermosos animales y naturaleza, procura que no se mueran de hambre, los olvidos
y gritan por agua y comida, los olvido y su carne se pudre en el suelo envuelto
de moscas y gusanos que tratan de recordar mi pasado. Tratando de recordar esa
muerte que tanto me afecto, aquella muerte que tengo grabado en mi cabeza un
millón de veces más que cualquier recuerdo imborrable.
Me da angustia.
Ese pajarito encerrado en
una pequeña jaula para el gozo de nosotros, como si hubiera cometido algún crimen,
nacer para volar un aire libre lleno de humos tóxicos, nacer para volar por
donde quisiera sin necesidad de pedir permiso a sus padres, nacer para ser
enjaulado y vendido al mejor postor para su disfrute.
Me resigno.
Vuela ave, dame una
despedida informal y extiende tus alas en busca de nuevos aires que descubrir,
destruye la jaula que encerró a tan inofensivo ser vivo. No quiero volver a
gozar con un ser que canta dentro de mediocres barrotes que solo matan en su
propia vida. Que solo consume su esencia y muere lentamente en vida.
Ya no cantas como antes.
Tu voz se ha gastado con
el mal uso de nuestra inteligencia, pensando en guerras y destrucción, pensando
en amor y reproducción, pensando en sobreexplotarse y disfrutar. Pensando en
nosotros y en ti. Pensando en mí y también tú.
Vuela, vuela como antes.
Vamos, fuiste diseñada
para vivir junta con las nubes, debes seguir ese destino que está en tu
naturaleza. Debes seguir y escapar hacia ese flujo de frisa marina que golpea
mi corazón. Tienes que extenderte y salir de una vez por todas.
No, jamás podrás.
El tiempo ha pasado, no
volverás a ser como solías ser. La jaula se abrió pero siempre estuviste a
gusto adentro porque ese espectro que
pago por ti destrozo tu ala izquierda, jamás aprendiste a volar una vez roto el
cascaron, jamás podrás ser feliz y poder posarte sobre las naranjas nubes del
ocaso, ocaso que se despide mientras la tierra cae sobre tus plumas doradas,
has muerto.
No te cuidamos lo
suficiente.
En nuestra ausencia nadie
cuido de ti mi ave dorada, yo fui quien pago para que cantaras cada mañana, yo
fui quien quebró esa ala para que no pudieras escapar, ahora que el daño fue
consumido solo me queda la resignación.