30/9/15

.... Y siempre fue divertido

Quemarnos juntos, consumirnos el uno al otro. Perder un abismo de felicidad sacrificada por el frío pesimismo que golpea mis temores.

Siempre camino por el mismo trayecto, siempre me pierdo en el mismo punto. Tratando de volver al rumbo, consiguiendo una luz que guarde mi percudido corazón en esas blancas manos donde deposito todo lo obtenido.

Las luces de las calles a medianoche retumban una y otra vez, naranjos reflejos aferrándose a esta cálida ciudad nocturna. Amarrado a los recuerdo que compartí contigo.


Oh cariño ¿Cuánto tiempo ha pasado?
Oh cariño ¿Recuerdas mi nombre?
No tienes por qué sentir miedo, ya lo has vivido, ya has sentido esta metáfora que taladra nuestros huesos mientras danzabas sobre el fuego, bajo el eterno atardecer que te vio nacer de nuevo. 

Por favor cariño, no digas que me olvidaste, repite mi nombre hasta que tus ojos reaccionen al rostro que tienes en frente tuyo.
Oh cariño ¿Quieres que te ayude a levantarte?
Oh cariño ¿Eres la misma persona?

Pienso estar posado en una cuerda que me lanzara hacia el mundo real,  perdiendo todo nuestro tiempo dedicado a trazar líneas sobre las paredes, mezclábamos diferentes colores sin saber que combinación nacería, pasábamos escuchando la misma música todos los días, jugábamos cuando todos dormían, hasta la madrugada.

La reacción no fue la esperada, las probabilidades son erróneas, no puedo seguir ocultando este sentimiento que trasciende más allá de mis emociones.

No puedo creer que te hayas olvidado de mí, ninguna sonrisa de bienvenida, ni siquiera un mísero saludo. 


El afecto se perdió como el fuego consumió todo lo que te quedaba de amor. 

22/9/15

Otro desahogo con ahogo

La juventud, la juventud de mi país, ¿solo de mi país? No lo sé, solo puedo ver lo que tengo a mi alrededor, no puedo criticar ni repudiar la juventud de otros países. Solo donde estoy parado.

¿Qué clase de involución se presenta en esta sociedad? No quiero generalizar, odio meter a todos en el mismo saco, sé que existe gente diferente, he conocido gente que no se merece entrar en esta crítica destructiva que siento en mis venas.

Pero una cosa es cierta, son mayoría. La gran mayoría de jóvenes de mierda que son eso, simplemente eso, son una mierda de gente que solo ríe, se drogan y beben alcohol ¿Por qué? ¿Por qué hoy en día todo es así? Fueras donde fueras, vayas donde vayas, la idiotez está a flor del día.


Ellos buscan en internet lo que su edad necesita, buscan grupos, buscan amigos, en resumidas cuentas buscan mierda. Necesitan conocer gente que les abra su amistad para no sentirse solos, en teoría tratan de aferrarse a algo, y cuando lo logran son hipócritas al rechazar al resto. Los puedes ver siempre reír, socializando mientras se burlan de los demás. De los distintos.

Formando lazos de mierda, es que repito esta palabra una y otra vez porque simplemente son mierda en su máxima expresión. Se creen comunistas cuando nacieron en una época donde el comunismo está muerto y rematado, creen ser revolucionario que se drogan y beben, jamás abren los ojos para informarse un poco más, copian cada frase de sus ídolos de internet. Recriminan contra el presidente de turno y demás políticos porque todos lo hacen, pero a la hora de preguntarles no tienen argumentos válidos. Porque sus mayores referentes lo hacen, solo copian porque así lo estiman conveniente.

Quieren cambiar el mundo pero no pueden cambiar su propia vida. Tratando de transformar el mundo sin poder limpiar su cuarto. Tanta obviedad irracional me intriga.

Hay tanta, tanta materia fecal junto con ellos que cuando veo sus descripciones públicas, me dan ganas de apagar y dormir. Irme de este país, irme lejos, muy lejos de esa ignorancia generalizada.

¿Entonces yo soy muy culto? ¿Yo soy una mejor persona que todos ellos? No, claro que no, pero al menos yo no trato de buscar un estilo para identificarme, yo no paso la mitad del día pegado a una estúpida red social que no tiene nada de social, yo no busco compañía en internet para adaptarme a gente que se parezca a mí, solamente resulto un solitario que no le molesta ser así. Lo acepto y continúo.

Pero ellos no, se aferran tanto a algo que lo proclaman como una verdad absoluta, se hacen ateos, creen pensar que su orientación sexual es múltiple y así lo hacen saber, crean perfiles en cuanta red social está de moda para mostrarse, exponerse, para buscar pareja, amigos y demás mierdas.

Moda, ¿Qué es moda? Aquella palabra que se ocupa tanto entre ellos para descalificarse unos contra otros, la moda no es lo que ellos piensan, la moda simplemente es lo que más se repite, eso, lo es más recurrente temporalmente.

Ellos son moda, su ideología es moda, seguramente si el comunismo deja de ser popular, ellos olviden su pegatina del Che Guevara. Seguramente si los estúpidos gatos dejan de ser recurrentes ellos también lo hagan.


Todos sus pensamientos son moda, creen ser tiernas japonesas, creen ser fuertes revolucionarios, creen ser bisexuales, creen ser la mejor compañía que uno podría desear, creen ser europeos, creen ser vikingos, creen ser cualquier mierda menos ellos mismos.  Adoptan todo lo que se les presenta, toman prestada la cultura de diferentes países que seguramente ellos jamás conocerán. Visten ropa extravagante para demostrar a que grupo pertenecen, hacen cambios en su peinado y su rostro por el simple hecho de parecerse a sus ídolos de plástico. Cambian su modo de hablar, añaden nuevas palabras a su reducido vocabulario.


No puedo seguir, ¿acaso no se dan cuenta donde viven? Sus proletariados padres enfrascados en disputas mientras ellos dejan pasar el tiempo, perdiéndose en mediocres sueños sin futuro. No existe realismo en sus ideas, no existe coherencia ni educación.


No existe un poco de humanidad sana, no son seres naturales como cuando nacieron, se aferraron a tantas ideologías plásticas que son irreconocibles, despojaran esos pensamientos el año venidero por otras aún más imbéciles. El cambio llega, siempre llega, pero es cada vez peor. 

¿Qué me puedo decir? Vive y deja vivir.

19/9/15

Casi se ha ido.

Año nuevo, solo un nuevo día.

Es tarde, estrangulados por las compras de la navidad veraniega y luego llegan las capitales compras de nuevo año, festejar, brindar, reír y sobre todo disfrutar.

Los idiotas con sus costumbres de buena suerte, cucharadas de legumbres, comer uvas o ponerse ropa interior del amarillo regurgitado.

Los imbéciles con sus deseos puros para el nuevo año, le piden a un viejo gordo y barbón inexistente y después piden más ¿somos tan ridículos?

Deseos que se reflejen en la economía personal, en las relaciones amorosas y demás deseos para el año venidero.

Todo resulta ser una simple ilusión, gente en busca de oportunidades de seguir las imbéciles costumbres. Personas comen, personas festejan, personas bailan, personas beben alcohol, personas mueren, todo siempre es igual y no estoy seguro que cambie.

Un nuevo año para ser mejor, un nuevo año para cambiar, un nuevo año que al final de cuentas es igual al anterior, nada cambia, solo tu idiotez se incrementa. Es lo único de lo que estoy seguro.

¿No hablas? ¿No interesas? ¿Piensas que estas psicológicamente enfermo?


Bueno, te entiendo, estamos igual. Bonitas luces en los cielos que se reflejan en el mar de medianoche. Simplemente procura descansar tu cabeza sobre las rocas que palpitan el océano.

Paso el tiempo de la escritura destructiva, paso la hora del brindis festivo, paso el minuto en que pensaba que te amaba, paso la estupidez y llego la cordura que tanto necesitaba.

Boca apretada, no sueltas ni una palabra de entre tus labios, los dientes filtran una verdad que sale a la luz privada en donde los de la lengua mueren primero. Mucha azúcar sobre el ojo, la garganta no aguanta tanto dulce, ¡necesito agua! La azúcar consume mi boca, el sonido destruye la salud gastada, el comestible contiene mucha dulzura y no aguanto el dolor del sodio.

Corre y cae, levantarse ¿para qué? Si al fin sabemos que caerás de alguna u otra forma, caerás lloraras, sangraras, enfermaras y morirás, esa es la estúpida vida que llevaras, si sigues así pareces de otro mundo, tu cuerpo, tu aspecto, tu mirada, todo es divino y perfecto, aun no me doy cuenta que eres una más del corral de los perdidos.

Recuerda el tiempo, la arena del reloj lo destruye, los recuerdos que tanto me aferre por cuidarlos los rompiste en segundos, no queda mucho de aquella persona que conocí cuando era feliz de verdad, no esa felicidad de papel que se marchita con el tiempo de arena.


Ayer en el salado mar deje que las olas se llevaran los percudidos pétalos ensangrentados, la arena salto a mis ojos y las lágrimas no cesaron, el rojo ojo no es por la importancia tuya, sino que es por el  desgarro de no volverte a observar.

Pretendiente Teniente

Tartamudeaba en momentos de tensión que hacía de su corazón un conejillo de indias a tanta absurda presión, tenía la intención de responder pero era inútil, las palabras se atropellan unas con otras dentro de su cabeza. La repuesta era confusa y el alto mando seguía con absoluto dominio. Una pronunciación clara.

El chico de resientes 18 años tiritaba en pie, atrás quedaron las insolencias hacia sus progenitores, muy lejos quedaron las burlas que lanzaba en contra de sus compañeros. Se sentía el mejor de su comunidad de amigos, tenía el poder y lo proyectaba donde se le antojara.

Ahora con un uniforme militar y un rostro incomodo en frente exigiéndole su nombre.

-¿Su nombre cadete?

No tenía poder ni amigos, renegado de sus padres, está solo en una habitación llena de gente extraña, tragaba saliva por simple cliché, no tenía respuesta ni seguridad. Los segundos eran tensos y duraban más de la cuenta, abalanzándose con las mínimas agallas que aun poseía respondió sin fuerza, ese sonido nacido del miedo pero con autoridad para saber quién es.


El mayor, el teniente, el sargento y/o el capitán que en realidad nadie sabía quién diablos era, lo miro fijamente mientras sus labios secos se movían rígidamente de posición, esa contemplación duro apenas unos momentos y se destinó a seguir con el siguiente recluta para preguntar nuevamente su nombre.