19/9/15

Show Negro

A los héroes les cortan ambas manos.

¿Crees que te ayudaran? ¿Sentirán remordimiento?

Abre los ojos, estamos en el siglo veintiuno, afuera pancartas latentes de ideologías revolucionarias, afuera el inmenso capital que azota con sudor y sangre, es hora de transformar, de mezclar y crear algo donde nada había existido. Es momento de globalizar el finito universo transversal.

Ahora las prostitutas están a mitad de precio, los viejos enterrados en sus tumbas y la religión cree saberlo todo. Gente peregrinando como las golondrinas, de una moda a otra, sin odio ni amor, todo es plástico e intangible como mi amor ¿deseamos creer en algo? ¿Alguna vez pude creer? De nuevo, una oportunidad más para tener fe en algo que parece inalcanzable.

Por las mañanas enciendo el televisor para observar noticias carentes de coherencia que parecen no afectarme por el resto del día.


Había una vez una historia que finalizo con un beso de amor, esa no parece ser mi historia.


¡Oh no! ¿Pensamientos pecaminosos? ¿En qué clase de engendro me he convertido? ¡Por favor Señor! Límpiame con tu agua bendita, después tendrás tiempo de tocar infantes que duermen placenteramente en sus cunas.

Cada vez más viejo y sedentario, el sudor es una especie de pegamento natural que me une al sofá, no hay necesidad de pararse, puedo comer y defecar en el mismo lugar, puedo llorar y reír, todo el mundo está conectado a la red, yo puedo acceder, tú puedes acceder, ellos pueden acceder, ¡todo el maldito mundo puede acceder!

¿Hay algo mejor que esto? Si existe lo desconozco.

Absolutamente diferente a aquellos años donde las ametralladoras y los osos rojos reinaban la mitad del planeta, el resto era gobernado por tropas verdes con líderes de terno y corbata.

Aquellos idealistas con una mentalidad demasiada avanzada para su época, aquellos artistas que no pudieron concluir su obra ¿Cómo un artista puede crear sin ambas manos? Es irrisorio y no logro encontrar una explicación bajo este implacable sol matutino.

Ambas manos despojadas de su cuidado, terminarían como una historia más de tortura y arte, una mezcla sensacional.
Están muertos hace algunas décadas y su vida y obra son exhibidos en periódicos y documentales audiovisuales, resaltándolos como héroes que terminaron en alguna fosa común llena de gentes desconocida.


Sigo a gusto en el sofá de sofocante cuero, riendo de estupideces y excitándome con mujeres ligeras de ropa, esas historias fueron hace mucho tiempo, a nadie interesan, ahora solo quiero consumir más.

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