A
los héroes les cortan ambas manos.
¿Crees
que te ayudaran? ¿Sentirán remordimiento?
Abre los ojos, estamos en el siglo veintiuno, afuera pancartas latentes de ideologías revolucionarias, afuera el inmenso capital que azota con sudor y sangre, es hora de transformar, de mezclar y crear algo donde nada había existido. Es momento de globalizar el finito universo transversal.
Ahora
las prostitutas están a mitad de precio, los viejos enterrados en sus tumbas y
la religión cree saberlo todo. Gente peregrinando como las golondrinas, de una
moda a otra, sin odio ni amor, todo es plástico e intangible como mi amor
¿deseamos creer en algo? ¿Alguna vez pude creer? De nuevo, una oportunidad más
para tener fe en algo que parece inalcanzable.
Por las mañanas enciendo el televisor para
observar noticias carentes de coherencia que parecen no afectarme por el resto
del día.
Había
una vez una historia que finalizo con un beso de amor, esa no parece ser mi
historia.
¡Oh
no! ¿Pensamientos pecaminosos? ¿En qué clase de engendro me he convertido? ¡Por
favor Señor! Límpiame con tu agua bendita, después tendrás tiempo de tocar
infantes que duermen placenteramente en sus cunas.
Cada
vez más viejo y sedentario, el sudor es una especie de pegamento natural que me
une al sofá, no hay necesidad de pararse, puedo comer y defecar en el mismo
lugar, puedo llorar y reír, todo el mundo está conectado a la red, yo puedo
acceder, tú puedes acceder, ellos pueden acceder, ¡todo el maldito mundo puede
acceder!
¿Hay
algo mejor que esto? Si existe lo desconozco.
Absolutamente
diferente a aquellos años donde las ametralladoras y los osos rojos reinaban la
mitad del planeta, el resto era gobernado por tropas verdes con líderes de
terno y corbata.
Aquellos
idealistas con una mentalidad demasiada avanzada para su época, aquellos
artistas que no pudieron concluir su obra ¿Cómo un artista puede crear sin
ambas manos? Es irrisorio y no logro encontrar una explicación bajo este
implacable sol matutino.
Ambas
manos despojadas de su cuidado, terminarían como una historia más de tortura y
arte, una mezcla sensacional.
Están muertos hace algunas décadas y su vida y obra son exhibidos en periódicos y documentales audiovisuales, resaltándolos como héroes que terminaron en alguna fosa común llena de gentes desconocida.
Están muertos hace algunas décadas y su vida y obra son exhibidos en periódicos y documentales audiovisuales, resaltándolos como héroes que terminaron en alguna fosa común llena de gentes desconocida.
Sigo
a gusto en el sofá de sofocante cuero, riendo de estupideces y excitándome con
mujeres ligeras de ropa, esas historias fueron hace mucho tiempo, a nadie interesan,
ahora solo quiero consumir más.
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