Muéstrame tu mundo, ábreme los ojos para descubrir tu
realidad en esa universal mente tuya, ese punto de vista que me es desconocido.
Muéstrame tus ilusiones y errores, muéstrame tus
miedos y amores, quiero buscar una sonrisa dentro de tus recuerdos, algo que me
haga sentir mejor conmigo mismo. Das vueltas y vueltas, chica silenciosamente
hermosa en un tono clásico.
Aquellos hombres que visten de mujer, ocupan una fina peluca
casi real y se pintan los labios de tinta sangrienta para sonreír mostrándome
sus grandes dientes amarillentos. Sus ojos están oscurecidos a un nivel
exagerado, produciendo miedo cada vez que sonríen. No quiero esa sonrisa.
Pensaba dormir pero mis ojos no me lo permitían
¿Cuántas horas he estado despierto? ¿Diez, trece o veinte? Desde que termine la
secundaria todo se ha vuelto confuso y solitario, todo se ha vuelto asqueroso y
cerrado. No hay muchas risas, no hay muchas palabras, no hay realidad, para
encerrarme en un cubículo sudoroso donde intento seguir con mi vida.
Durmiendo a las once de la mañana y despertando a las
nueve de la noche, no existe mucha coherencia, la vida se ha tornado gris
caluroso, la vida se ha perdido como para llamar a esto “vida”.
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Respirando en la época del plástico, la edad de piedra
ya es historia y solo hoy nos preocupa el plástico que podemos ver a diario,
amistades plásticas que se derriten con el sol, productos plásticos que siempre
ocupamos a cada momento. Es imposible escapar, esos sueños de libertad
revolucionaria ahora son canciones plásticas que se venden al mejor postor.
Lo tienen todo guardado en su pequeña caja de
prostituta del siglo veinte. El autodenominado “pueblo” pide infinidad de cosas
que ni siquiera ellos mismo entienden, piden transparencia y mejores sueldos,
piden gratuidad e igualdad para todos. Ellos odian a la clase política,
repudian a los grandes monopolios que exprimen la sangre del país como buenos
vampiros que son.
Aquellos que alguna vez se autodenominaron “pueblo”
están tan encerrados que la única rebeldía que pueden causar es agitar un poco
las redes sociales que pueblan en cada hogar con acceso al ciberespacio, esas
personas que su trabajo es un basura con falta de educación y cero conocimiento
de tema al cual tratan de debatir. Simplemente, personas que al finalizar el
día, llegan a su casa construida de materiales de dudosa procedencia y ven
novelas genéricas en la televisión abierta, los jóvenes se encierran en alguna
red social hasta que llega el día siguiente para volver a sus respectivos
quehaceres cotidianos…. Así, por el resto de sus vidas.
Encerrados en su juego, desean algo que les es
desconocido, pretenden exterminar a la raza política que gana millones mientras
siguen sentados dictando leyes absurdas. Aquella clase proletariada no puede
hacer nada ¿marchas, atentados o disturbios? Nada de eso sirvo jamás, nada servirá para cambiar lo imborrable. Lo único que pueden hacer es mofarse del gobierno
por medio de alguna imagen o vídeo viral. Los comediantes de crítica social son afamados por demostrar lo que la prensa esconde, el público los ama cada vez
que critican de una forma burlesca a los políticos y sus derivados.
Es la única forma que tiene el autodenominado “pueblo”
para hacer salir sus ganas de rebeldía. Nada más, nada menos.
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Ahora en la hora de vuestra desesperanza yo trato de
conciliar el sueño, confundo el cansancio con frustración, confundo las miradas
con amor, confundo el odio con más odio y el amor con inseguridad. No puedo
terminar así, el día de mañana empezare las clases con gente desconocida para
mí, no lograre hablar con determinación, no diré la primera palabra y caminare
de forma irregular. Es tan rápido, es tan veloz tu vida para poder encontrar
esos ojos en mi mente
Muéstrame un poco de tu rostro, muéstrame chica, no
puedes irte muy lejos ¿hacia tu ciudad natal? Tal vez, tal vez solo quisiste
desconectarte de todo para siempre con un cigarro entre los labios.
Muerte y humo, canciones alucinógenas de un cuerpo
delgado, eso no se puede añadir a mí. Miedo de lo no conocido, miedo por todas
partes haciéndome adentrarme en un círculo destrozado.
Nuevos rostros, nuevas voces y diferentes ojos que se
posan en cada movimiento erróneo ¿hay alguna forma de matar la inseguridad? No
podemos ser iguales, tú y yo nos relacionamos de una forma tan idiota y
silenciosa que con suerte puedes mostrarme un poco de ese escondido mundo tuyo.
Luces de neón y mística música de colores alucinógenos.
¿Qué fue de la verdad? Solía pensar que lo era, ¿Qué
es verdad y falsedad? Ahora que he estudiado un poco puedo ver infinidad de
falacias en todas partes. La cabeza me hierve y el largo cabello pegajoso me ínsita acortarlo pero el
miedo al exterior me limita.
Hey hombre, voy a clases y lo odio, deseo hacer otras
cosas, ganarme la vida en lo que me agrada hacer, sigo el rebaño para hacer lo
mismo que todos, estudiar, deber dinero, conseguir trabajo, pagar lo debido,
seguir trabajando he ir escalando, tener un familia, criar a los hijos, comprar
grandes bienes como una casa o un automóvil, gastar para conseguir servicios y prestaciones bancarias,
seguir ganado dinero y seguir pagando las facturas.
Morir algún día de estos.
Todo eso no es para mí, el ideal que manejo es
indiferente, es confusamente idílico como un perro que busca un sombra en entre
los árboles, en estos momentos es negro.
