26/7/14

Camino para caer. . . .

Solo un poco de alcohol tomado desde el suelo, dejado por alguna alma en fiesta, solo un poco de licor en un gran vaso desechable.

Para matar las penas, para llorar a la luz de los fuegos de artificio, para derramar un poco de orina sobre los pantalones de dudoso material. Hoy la ciudad festeja y cerrara sus ojos pasada la madrugada, cuando los clásicos borrachos mensuales golpeen el pavimento de incertidumbre por la vida, terminara con gente vomitando, pequeñas peleas con diferentes grados de daño y todo envuelto en una confusión de no saber quién eres en realidad.

¿En qué te has convertido? 

Todo esto deja el límite de los simios enrabiados que luego se reconcilian como seres humanos. Es un día de fiesta ¿No saldrás de casa? Pues embriágate con tu propio néctar, el brebaje de la soledad.

Me apetece escribir nuevamente sobre ti, esa figura que se sienta sobre el pavimento por donde transcurre el transito automovilístico, por esa carretera desfilan cientos de vehículos a diario y tu estas sentada fuera del horario. Contemplo tu recortado peinado, tus inusuales manos que destilan serenidad. Siempre de espalda,  siempre ocultando tu desinteresado rostro que tengo grabado en la mente.


Arriba ¿Lo captas? Arriba en el cielo, se cierra y los rayos solares ya no pueden tocar el suelo de peligrosos animales con don de la palabra. Cierro la puerta por algo de privacidad, pero existe esa llave que abre cualquier cerradura para despojarme de los principios humanos que debería tener, sin permiso, con autoridad abusiva, agresivamente atraviesan el pasillo de infinita tranquilidad blanca. 

¿Dónde te has ido cielo azul?

Por inercia la mirada cae hacia el piso, tengo miedo de verla a los ojos, tratando de buscar algo con que tranquilizarme.


El romanticismo ¿Qué es eso? ¿Una rosa de despedida? ¿Una frase sacada de algún libro viejo? ¿Intentar una eternidad subjetiva hasta obtener un sí?  Eso no ocurren en nuestras vidas cotidianas, nosotros solo comemos y estudiamos, nosotros, simples mortales solo vivimos y nos guardamos nuestros sentimientos muy adentro.

El contacto ¿Alguna vez has sentido su verdadera piel de madera de olivo? ¿Alguna vez entablaste una conversación prolongada en la realidad? Nebuloso como el vapor que aparece después de una ducha con agua caliente, el espectro de tu reflejo se distorsiona quedando como un monstruo sin corazón, parecido al verdadero ser interior, observo el espejo y no refleja la imagen que esperaba. Miradas acusadoras que se cruzan por unas milésimas de segundos, palabras sueltas que viajan por el aire hasta conseguir una leve respuesta sin mucha importancia.


No es gran cosa, jamás fue gran cosa.


Luego de tantos asaltos verídicos en esta calurosa ciudad de mil demonios danzando absurdamente sobre mis sueños, luego de que algunas personas perdidas por el dinero intentaran arrebatarme de mis percudidos bienes materiales sin éxito, ahora, luego de esos tercios de situaciones de lenguaje soez, amenazas físicas y miedo interno, ahora desconfió de los desconocidos.

Temor de confiar la mirada en alguien, son simplemente personas de daño. No necesitan medicamentos porque son sanos, no necesitan de alimentos porque pueden caminar con libertad, no necesitan suplementos vitamínicos porque golpean y crean dolor, no necesitan objetos de beneficio, tan solo necesitan un disparo en la cabeza y no más balas. La esperanza es para los débiles.

Camino por el bastardo sendero de nieve caliente.

Los rostros de enfermedades comunes son mejores que la belleza externa con los pulmones de carbón, aquellos rostros con cráteres como lunas sobre el astronauta que se asfixia con el dilema de ser un obrero rico o un ejecutivo pobre.


O tal vez el problema sustancial que nos produce la peste de los pastos verdes, de los papeles verdes donde han sacrificado, asesinado, explotado, incinerado, descuartizado, encadenado, torturado, masacrado cientos de vidas, ya sean vegetales como animales, humanos como animales erguidos sobre sus dos patas con sus dos brazos armados que ocupan para sacrificar, asesinar, explotar, incinerar, descuartizar, encadenar, torturar, masacrar como un círculo vicioso por el poder verde.

 El castillo sobre el cielo, reinado por la reina regente de blancas cejas con sus cabellos de fibras ópticas que nos conecta a todos por igual, nos llama a la pantalla para ver qué hay de nuevo. ¿Alguna nueva idea de tu Dios cibernético? ¿Alguna mirada contagiosa que se dispersa por la red compartiendo discusiones incoherentes con risas infundadas?


No me apetece escribir sobre ti nuevamente, no me llama la atención describir tus atributos como si fueran algo de otro mundo. Acéptalo, eres una persona más de todo este circo, tienes defectos como afectos por idiotas que no conoces en realidad.


La fuerza de las venas se marca en el brazo, quiero golpear algún rostro que se lo merezca, obtendrá un golpe que jamás ejecute, solo recibirás un suspiro que jamás produje por ti.

Solo una más en el mar de cabezas problemáticas de este sistema de cosas que nos hace comernos entre nosotros, como simples caníbales de la pre historia, en el inicio de nuestra existencia seguimos siendo iguales. Pueden inventar tantas nuevas tecnologías, tantas ayudas y tantas evoluciones pero la naturaleza del recién nacido es comer a sus rivales a base de amenazas y demás metáforas desesperadas.

Oh! Te queda mucho por aprender, queda mucho camino y el objetivo se aleja demasiado, incluso parece un espejismo de proporciones desconocidas. Necesito una última palabra de apoyo que recicle mi confianza en ti, promover con un saludo la fraternidad de esos años cuando el reino solo era una broma, cuando la pirámide de lideratos aun no era utilizada con nuestros hermanos. Todos recibíamos el mismo trato.


Sol…. ¿Qué haces aquí? Ya deberías estar alumbrando otras tierras.

Sol…. ¿Por qué el atardecer es infinito? Amaste y ahora la repudias.

Sol…. ¿Estás solo? Al final no somos tan distintos como lo pensaba.

Sol…. ¿Conoces todos los secretos? Haz visto al ser humano nacer y 
morir por la eternidad de tu luz.


Si he de caer, he de caer con el Sol.


Tú sabes lo que he luchado por llegar hasta aquí, nadie lo comprende y muchos ignoran lo que todos hemos sufrido a la oscuridad del Sol, a la luz de la Luna. Aquellos astros celestiales guían nuestros pasos hasta aquella ardiente nieve donde nuestras manos se encuentran confundidas por el clima.

Destrozado por afuera con un espíritu inquebrantable, la piel mutilada por electrochoques  y cortes profundos con una sangre que resbala por la piel como ríos de lágrimas envueltas en obsoletas esperanzas de vida.

Haz dado lo mejor de ti y aun así haz perdido. Pero las tropas esperan con inquietante tranquilidad para eliminar hasta el último ser viviente dentro del túnel que nos llevara hacia la luz. El suicidio nunca fue una opción ya que tenemos mucho porque vivir, algunas veces desearía desaparecer de vuestra vista hasta que vuelva la normalidad de paz templada.

El hijo ha apreciado todas las disputas construidas a base de odio y amor. Un momento de respiro al interior de aquellos sueños que atraviesan la ventana nocturna para volar sobre el cielo con sus fuegos de artificio accionados desde la torre muy alta que alguna vez un viejo amigo se lanzó al vacío en búsqueda de la libertad.

¿Encontró una muerte trágica o una verdadera redención?

Aun no sabes nada, ir de un lado a otro con el único fin de crecer bajo la tutela de otros, cuando estés listo para la guerra mataras a tus enemigos con sus propias armas destructoras.

Nubes rondan la suma de todos nuestros pecados y llorara multitudes de destellos líquidos, llora sin saber que han fallecido los ángeles terrenales marcados por el signo de la humillación generalizada donde demonios aplican sus diversas metáforas para forzar a que cada vez más personas caigan en un abismo astronómico de ideas celestiales como naturales. 

¿No puedes ver la verdad que la tienes enfrente de ti?

Sacrificaste mucho para llegar hasta aquí, desconozco lo sangrado y sollozado que tuviste que pasar en una completa tensión constante sobre ti, todo el mundo girando y observando tus huellas dejadas con disimulo aprendido desde pequeño.


Sol…. ¿Puedes responder? Ella se retira cada vez que yo lo hago primero.

Sol…. ¿Simples coincidencias? Quiero creer que lo hace con un propósito.

Sol…. ¿Tanto te odie? Ahora te necesito para conocer nuestro destino.

Sol…. ¿Puedes estar a mi lado? Deseo observar el atardecer en lo que me queda de vida.

Sentado en una colina admirando como mi tiempo subjetivo suaviza los segundos para transformarlos en minutos, te iras astro incandescente sin saber el futuro que me espera bajo la luz de la 
Luna.



El silencio es fácil cuando estas solo. . . .