Tratando un tratamiento un poco sádico y laborioso, estoy parado
mirando como pasan cosas en frente de mis ojos, dejando el tiempo pasar,
dejando a los niños correr sin vigilancia, dejando que mis sueños se destruyan
en la incertidumbre de saber ¿Quién es el culpable? Ya todo acabo, ya todo empezó.
El gran mago, el gran mago, el gran mago y su eterna sabiduría subjetiva.
Parado, levitando y sentado en el borde de un ojo lloroso. Porque el rey murió y
su reino son cenizas húmedas por la lluvia que envió el gran mago de larga
barba con delantal blanco como sus pensamientos. El sol se ha escondido, la música
es relajante, y tus historias ya son pasado.
Solo el frío aqueja nuestros sentidos, confunde los sentimientos. No
sé a quién amar, no sé a quién odiar.
Levanto la mirada hacia el cielo en búsqueda de respuestas pero lo único
que encuentro es una nube que parece un insulto hacia mi persona. No se puede
confiar en sueños de medianoche, el peinado no lo es todo, el rostro no es
nada, la silueta es mentira ¿Por qué todas resultan ser falsas? ¿Por qué no
pueden ser sanas? ¿Dónde se han escondido las personas normales con las que solía
compartir? Ahora no se puede confiar en nadie, todas están manchadas, esas
risas diarias jamás fueron reales.
Mirando alrededor, las respuestas inexistentes se escapan, el cielo
me odia y yo lo amo.
Nuevamente sobre el punto de partida desconfiando en viejos
conocidos ¿Por qué todos están infectados y lo esconden con tanto afán? Todo se
termina sabiendo, los secretos más oscuros aparecen a la luz pública como vuestros
vellos púbicos.
Está bien, yo nací un día atrasado.
Solo yo, yo y mi orgía solitaria.
El centro de la cabeza esta agujereado, aparecen insectos desde el
interior, mira, florecen basuras del inodoro, desfilan anfibios viscosos que
resbalan por la frente dejando una línea babosa de amor y desamor.
No sé quién está enfermo de la cabeza, tu por tus acciones o yo por
criticarte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario